¡Primero que nada, felicitaciones! Este es un hito de desarrollo importante en el crecimiento de tu bebé. Puede que durante el día no moleste para nada porque se para y siempre hay alguien por ahí que le ayuda a sentarse. Pero cuando se para en la cuna y esto lo hace en la noche, se puede convertir en un problema.
Es importante entender que cuando los bebés están aprendiendo una habilidad nueva, su cuerpo y mente se obsesionan en dominar esta habilidad. Una de las primeras reacciones que tenemos los papás es tender a ayudarles a acostarse nuevamente y esto se puede convertir en un juego muy divertido para el bebé o le podría causar mucha ira. O podría descubrir que haciendo esto tiene a su mamá o papá más cerca y eso le estimula más y hace que continúe con esta nueva actividad.
Lo cierto es que si mamá o papá continúan a acostarlo cada vez que se levanta, él no va aprender a sentarse y acostarse solo. Pero, por otro lado, te puede dar susto que tu bebé pueda golpearse al sentarse o acostarse. Así que es importante que estés muy pendiente, pero no necesariamente alado de la cuna. Podrías revisar desde la puerta del cuarto o a través de una cámara y estar cerca por si necesita ayuda.
Así que hay una línea muy fina por la que tenemos que andar para ayudar al bebé a descubrir cómo resolver este momento en el que se encuentra, sin crear un mal hábito que pueda dañar su sueño.
Este comportamiento puede ser frustrante, incluso más que las despertadas comunes en medio de la noche, porque la respuesta es obvia para uno “acuéstate y duerme” pero podrías decir esta frase y ayudar a tu bebé a que se acueste varias veces antes de ver un cambio.
Y como todas las cosas con los bebés, la clave es tener paciencia. Podría ser que tu bebé todavía no sabe como sentarse sin ayuda y podría ser que tu bebé no tiene del todo claro que es mucho más fácil y cómodo dormir acostado a dormir parado.
Así que la primera es más fácil de resolver. Durante el día ayuda a tu bebé a dominar la habilidad de estar parado a sentarse, lo importante en esto es que sea tu bebé quien haga estos. Una forma de hacer esto es que cuando tu bebé esté parado, pongas su peluche favorito o su juguete favorito en el piso para que esto lo motive a agacharse y sentarse. Cuando ya está sentado pueden jugar a acostarse y “dormirse”. Es importante repetir esto varias veces al día.
Una vez que ya domina esta habilidad, la segunda dificultad podría todavía todavía ser un problema. Podría no darse cuenta de que dormir es mucho más fácil de lograr cuando se acuesta.
Parece que debería ser instintivo, lo sé, pero muchas cosas parecen así cuando has estado haciéndolas toda tu vida. Cuando solo has estado alrededor de nueve o diez meses, puede que no parezca tan intuitivo, así que ¡paciencia mamá!
No queremos crear una situación en la que tu bebé comience a depender de que tu hagas el trabajo por él, así que evita repetidamente acostarle cuando se pone de pie en la cuna. Hazlo unas pocas veces al principio para mostrarle, pero después, cambia a un enfoque que no implique contacto. Acaricia el colchón y usa una frase clave, como «pon aquí la cabeza» o «Ven, acuéstate», y en poco tiempo, vas a ver que empieza a hacer la relación que dormir es mucho mejor cuando está acostado.
Recuerda que, aunque pueda parecer que tu pequeño a veces está luchando contra el sueño, esto casi nunca es el caso. Quiere dormir, pero simplemente no tiene las habilidades necesarias para entender por su cuenta, así que ayúdale a resolverlo esto sin hacer el trabajo por él, vas a ver cómo tu bebé va a poder hacerlo solo una vez que cuente con la habilidad y la confianza para hacerlo.
Si tu y tu pareja están en esto juntos, lo mejor es que tengan un plan y lo hagan de la misma manera. Podría confundir a tu bebé que papá haga una cosa y mamá otra.
Como siempre, mantén la calma, la paciencia y la coherencia. El trabajo duro de ahora tendrá como beneficio que tu pequeño duerma profundamente toda la noche y duerma sus siestas tranquilamente en el día.
Dulces sueños,
Paula